En el mundo actual, el tema de actualidad es la aparición de influencers virtuales que están ganando fama e influencia en las redes sociales. Estas personalidades generadas por computadora imitan comportamientos con sus rasgos y seguidores únicos, colaborando con marcas y creando contenido sin las limitaciones del envejecimiento ni la fatiga que enfrentan los influencers humanos.
Lil Miquela es una influencer de 19 años, originaria de Brasil y Estados Unidos, con una gran cantidad de seguidores en Instagram. Ha colaborado con marcas reconocidas como Prada y Calvin Klein, ha asistido a eventos de moda y festivales de música, e incluso ha lanzado su propia música. A pesar de su inexistencia en la vida real, Lil Miquela ha generado debates sobre la autenticidad y la transparencia en el ámbito del marketing de influencers. Algunos argumentan que los influencers virtuales ofrecen una alternativa sostenible, ya que alivian la presión y la posible explotación que enfrentan los influencers humanos. A otros les preocupan los efectos de promover ideales de belleza y mezclar lo real con lo fantástico.
Las personalidades virtuales de las redes sociales plantean inquietudes sobre el futuro de la economía y el impacto de la IA y la automatización en las industrias consolidadas. Con el aumento de la inversión empresarial en IA y realidad virtual, es probable que presenciemos un aumento de influencers en ámbitos como la publicidad, el entretenimiento y la atención al cliente. Esta transición hacia las entidades podría abrir caminos para la creatividad y el progreso, pero también presenta obstáculos para los empleados humanos, que podrían ser sustituidos por sistemas automatizados.
La aparición de influencers refleja cómo la tecnología está moldeando nuestras vidas y difuminando la frontera entre lo real y lo real más que nunca. Al interactuar con personalidades y incluirlas en nuestros círculos, es crucial reflexionar sobre las cuestiones éticas y los efectos más amplios de esta tendencia. Si bien los influencers virtuales ofrecen nuevas vías para la narración de historias y mejoran las conexiones con las marcas, también debemos ser cautelosos con los riesgos y las limitaciones que conlleva depender de entidades para influir en nuestras interacciones en línea. Los ames o los detestes, los influencers virtuales son una constante hoy en día. Están transformando el panorama digital de maneras que aún no comprendemos por completo.